Elegir una raqueta de tenis correcta, que se adapte al juego que practicamos es una duda muy frecuente para todos los aficionados al tenis. Dada la amplia visibilidad que en los últimos tiempos este deporte, la publicidad y patrocinio de muchos tenistas, hace que nos decantemos por los modelos que emplean los profesionales. Pero a la hora de hacernos con la nuestra, debemos basar la elección en otros aspectos que van más allá del deportista que la utiliza o la estética de la raqueta. A continuación repasamos algunos detalles para escoger la que más beneficie a nuestro juego:
•Peso y balance : cuanto más pesada sea la raqueta de tenis más potencia ofrecerá en el golpeo y son más estables. En contrapartida, la manejabilidad es menor que con una ligera. Las raquetas más pesadas, a partir de 280 gr, son para jugadores de corte ofensivo. Las más ligeras son más manejables pero se pierde control y fuerza. El balance es la distribución del peso sobre la raqueta. Las raquetas pesadas son de potencia y el punto de equilibrio está situado hacia el extremo superior, mientras que las más ligeras lo sitúan en la zona media y hacia el mango.
•Tamiz : el tamiz es el área de golpeo. Puede equipararse de alguna forma al punto dulce en pádel. Se mide en cm2, siendo habitualmente entre 600 y 780 cm2. Una superficie grande aporta potencia, una más reducida ofrece mayor control.
• Patrón de encordado : el tamiz está conformado por el cordaje. El patrón de este afectará a la forma en que impacta y sale la pelota hacia el rival. Existen dos modelos: abierto: cuando el espacio entre las cuerdas es grande. Transmite más potencia y efectos en el golpeo; cerrado: cuenta con más cuerdas que el abierto y el espacio entre estas es menor. Mayor control de la pelota.
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